Este año decidí volver a tomar la salida en la Vuelta a Santander y de paso estrenar categoría. Tras las malas previsiones meteorógicas que daban para el sábado me decanté por participar solo en la segunda etapa y fue un acierto. La primera etapa fue dantesca debido a la lluvia y al frío. Hubo numerosos abandonos y algún principio de hipotermia. Ya no toi pa esos berenjenales.Además hubo varias quejas por deficiencias de seguridad en los cruces, algo que no se tiene que dar en una prueba de este calibre.
En la etapa del domingo, con un tiempo más apacible, había que dar cuatro vueltas a un circuito rompepiernas y revirado que discurría por varias localidades de las afueras de Santander , para al final ascender al corto pero durísimo alto del Churi y tras el descenso dirigirse a la zona de meta en Santander.
La carrera estuvo marcado por el ferreo control del equipo Goerna para defender el liderato de Jose Antonio Larrea, a la postre vencedor final. Impusieron un ritmo fortísmo desde la salida que impidió culaquier aventura. Yo me encontré mejor de lo esperado y logré acabar, con amagos de calambres en el puesto 116 de la general (con más de 200 inscritos) y a 2:02 del vencedor.
Un muy buen resultado para estas alturas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario