El grupo a su paso por el repecho
¡Venga!
Sufriendo en el repecho a rueda de un corredor
¡Venga!
Sufriendo en el repecho a rueda de un corredor
En el descenso
Reportaje fotográfico J.Huerdo
El vencedor fue Víctor García, del Diputación de León, con el mismo tiempo entró en meta el holandés Pol Nabben, del Valladolid. Completó el cajón el ciclista de Camargo, Daniel Gutiérrez. En categoría sub-23 ganó Gustavo Ignacio, del Ciudad de Oviedo. En categoría master 30 resultó vencedor Oscar Negrete, del Inelecma y en categoría senior el mejor fue Ángel García, del Mateosan. Por último, el Diputación de León se llevó la clasificación por equipos.
Reportaje fotográfico J.Huerdo
La Vuelta Ciclista a Cancienes constituye todo un monumento dentro del calendario asturiano. Es junto con la Vuelta Asturias la prueba más antigua celebrada en la Región. Nombres míticos como El Tarangu, Bahamontes, Langarika o Fausto Coppi participaron en esta vuelta así como ciclistas importantes de diferentes épocas.
La prueba era para las categorías Élite y Sub23 pero se permitió la participación a los Master 30 y a los Senior. Así que después de currar me dirigí a la salida para retrotraerme 14años!!! (y no soy tan vieyo) cuando corría en aficionados con el Muebles Malga-Las Mestas. Época en la que, por ejemplo, un tal Roberto Heras empezaba a despuntar con el Orbea.
Equipos como Construcciones Paulino, CC Colloto, Diputación de León, Pulimar Valladolid, Camargo, Saunier-Duval, Friso Noble Lugo, Ciudad de Lugo, Ciclista Vigués o Spol de Pontevedra fueron de la partida. En sus filas numerosos corredores tanto nacionales como extranjeros dispuestos a dar el salto a profesionales.
El circuito, al que había que dar 5 vueltas, consta de 21 kilómetros, salida en Cancienes, Los Campos, Trasona, Tabaza, el duro repecho de Montegrande y bajada a Cancienes.
La carrera empezó con un ritmo mayor al de las pruebas Master. Se iba a saco. Aquí la gente no toma tantas precauciones en las bajadas y en las rotondas. Se iba a muerte y es normal que haya algún toque entre corredores. Había que emplearse muy a fondo tanto en el llano como en la subida.
En la tercera vuelta se produjo una desgraciada caída que obligó a parar la prueba durante un rato. A mí me vino muy bien el parón para recuperar aunque ojalá no se hubiera producido.
Tras la reanudación se intentaban muchas fugas y el ritmo era frenético. Yo bastante tenía con no perder comba. Sabía que si en esa vuelta lograba aguantar con el grupo en el repechón de Montegrande tenía muchas posibilidades de acabar la carrera. Me aferré con todas mis fuerzas. Fue el mayor sufrimiento de la temporada y el pulsómetro marcó la máxima. Empezaba a ver destellos blancos cuando la subida terminó. Lo había logrado.
En la penúltima subida iba más justo pero tuve la fortuna que quedarme descolgado justo al final junto con otros dos corredores. Así que fuimos dando relevos hasta la llegada para tratar que los jueces no nos expulsasen. Entramos en meta con el objetivo cumplido.
La prueba era para las categorías Élite y Sub23 pero se permitió la participación a los Master 30 y a los Senior. Así que después de currar me dirigí a la salida para retrotraerme 14años!!! (y no soy tan vieyo) cuando corría en aficionados con el Muebles Malga-Las Mestas. Época en la que, por ejemplo, un tal Roberto Heras empezaba a despuntar con el Orbea.
Equipos como Construcciones Paulino, CC Colloto, Diputación de León, Pulimar Valladolid, Camargo, Saunier-Duval, Friso Noble Lugo, Ciudad de Lugo, Ciclista Vigués o Spol de Pontevedra fueron de la partida. En sus filas numerosos corredores tanto nacionales como extranjeros dispuestos a dar el salto a profesionales.
El circuito, al que había que dar 5 vueltas, consta de 21 kilómetros, salida en Cancienes, Los Campos, Trasona, Tabaza, el duro repecho de Montegrande y bajada a Cancienes.
La carrera empezó con un ritmo mayor al de las pruebas Master. Se iba a saco. Aquí la gente no toma tantas precauciones en las bajadas y en las rotondas. Se iba a muerte y es normal que haya algún toque entre corredores. Había que emplearse muy a fondo tanto en el llano como en la subida.
En la tercera vuelta se produjo una desgraciada caída que obligó a parar la prueba durante un rato. A mí me vino muy bien el parón para recuperar aunque ojalá no se hubiera producido.
Tras la reanudación se intentaban muchas fugas y el ritmo era frenético. Yo bastante tenía con no perder comba. Sabía que si en esa vuelta lograba aguantar con el grupo en el repechón de Montegrande tenía muchas posibilidades de acabar la carrera. Me aferré con todas mis fuerzas. Fue el mayor sufrimiento de la temporada y el pulsómetro marcó la máxima. Empezaba a ver destellos blancos cuando la subida terminó. Lo había logrado.
En la penúltima subida iba más justo pero tuve la fortuna que quedarme descolgado justo al final junto con otros dos corredores. Así que fuimos dando relevos hasta la llegada para tratar que los jueces no nos expulsasen. Entramos en meta con el objetivo cumplido.
El vencedor fue Víctor García, del Diputación de León, con el mismo tiempo entró en meta el holandés Pol Nabben, del Valladolid. Completó el cajón el ciclista de Camargo, Daniel Gutiérrez. En categoría sub-23 ganó Gustavo Ignacio, del Ciudad de Oviedo. En categoría master 30 resultó vencedor Oscar Negrete, del Inelecma y en categoría senior el mejor fue Ángel García, del Mateosan. Por último, el Diputación de León se llevó la clasificación por equipos.
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